La obsolescencia programada de las personas
Cómo evitar la obsolescencia programada de las personas en 4 pasos 🧟
Idea Original y Fuente: David Thomas - CEO Cyberclik →
Hemos oído hablar durante los últimos años de la obsolescencia programada de los objetos, electrodomésticos o tecnología que se nos vende. Todo viene programado para dejar de ser útil o funcionar hasta una fecha determinada. Pero, ¿este concepto no se puede aplicar también a la humanidad? La obsolescencia programada de las personas.
Con la llegada de internet y de las redes sociales hemos dado un salto muy grande. En 2011, la información se duplicaba cada 2 años y el para 2020 el conocimiento humano se multiplicó por dos cada 3 días.
Fue el ingeniero Gordon Moore quien predijo algo parecido con la llamada Ley de Moore, allá por 1965.
La solución a la obsolescencia programada humana: El aprendizaje continuo!
Las 4 claves para no caer en la obsolescencia del conocimiento
Antes de todo, debemos tener clara una cosa. Es imposible abarcar en una sola mente todo el conocimiento que existe actualmente. Ni siquiera los ordenadores o grandes centros de almacenamiento de datos pueden. La información del mundo está repartida por varias fuentes.
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Por este motivo, nuestro objetivo principal será abarcar solo las tendencias de aquellos ámbitos del conocimiento que nos interesan, como por ejemplo nuestra profesión, aquello que nos gusta o nos es necesario.
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Busca las fuentes de información primarias y los influencers que más saben. Siempre hay medios de comunicación o portales de referencia de tu sector o ámbito donde encontrarás las últimas tendencias. También personas o influencers que son pioneros y ellos mismos crean el conocimiento o las tendencias. Ser el primero en asimilar el nuevo conocimiento te dará una ventaja significativa en tu entorno profesional, te hará ir por delante y poder avanzarte a la competencia. Un nivel superior sería que llegaras a convertirte tú mismo en el productor de ese nuevo conocimiento y ser un influenciador.
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Ponte metas a corto plazo. Si ves que ha surgido alguna nueva tendencia en tu especialidad y quieres formarte en ella, busca la forma de adquirir ese conocimiento. Entra en contacto con personas que ya dominen el tema y puedan ayudarte en tu evolución. A veces te bastará con tener una charla o una corta formación de unas horas. En el caso de que sea más complicado, por ejemplo una nueva técnica médica o toda una nueva rama del marketing digital, entonces necesitarás asistir a clases específicas para adquirir esta nueva habilidad práctica. Busca que sean metas fáciles de conseguir en un periodo corto de tiempo y que no superen la duración de un máster (que suelen ser 2 años), para facilitar tu día a día y poder compaginarlo con tu profesión. Además, piensa que cuando acabes, algo nuevo habrá surgido y seguramente querrás aprenderlo.
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Salir de la zona de confort. No tener miedo a salir de la zona de confort. Ese miedo es el gran enemigo de la obsolescencia programada de los seres humanos. Si no evolucionas y te dan miedo los cambios, entonces es cuando te quedarás estancado en tu profesión. Aunque aplicar nuevo conocimiento siempre es un riesgo, porque la experiencia siempre nos da seguridad. Sin la práctica tampoco se consigue descubrir el camino al éxito, aprender de los fallos y acabar siendo un experto en la materia. Si no quieres quedarte obsoleto, siempre tendrás que estar saliendo de tu zona de confort con la evolución incesante que sufre el conocimiento. Formarte continuamente y verlo como algo positivo y emocionante para tu progresión.